¿Es normal que mi hijo no hable todavía? 

Como terapeuta de lenguaje, esta es una de las preguntas que más recibo de los padres de familia: “mi hijo no habla, ¿Es normal o debo preocuparme?”. La realidad es que no hay una única respuesta, porque cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Sin embargo, sí existen los Hitos del desarrollo del lenguaje, que nos ayudan a identificar aquellas áreas en las que todo va bien, o cuando conviene buscar apoyo terapéutico.

Aunque estos hitos pueden variar segun las caracteristicas del niño y el contexto en el que vive, la mayoría sigue un patrón más o menos similar:

  • Alrededor del año: Dice sus primeras palabras con intención. Por ejemplo, pueden comenzar a pronunciar o decir palabras parecidas a “mamá”, “papá”, “agua”, “leche”, o pueden señalar y gesticular para hacerse entender.
  • A los 18 meses: Utilizan entre 10-20 palabras y comprende órdenes sencillas como “dame la pelota”, “ven aquí”. Normalmente a esta edad los pequeños disfrutan imitar sonidos de animales u objetos de la vida diaria.

A los 2 años: Comienzan a combinar dos palabras, por ejemplo “quiero agua”, “dame más”. A esta edad logran comprender frases simples y tienen un vocabulario de 50 palabras o más.

  • A los 3 años: Logran hacer frases más largas, cuentan historias sencillas y ya se logra comprender lo que quieren comunicar.
Terapia de lenguaje
  • A los 4 años: Se expresan con oraciones más complejas, logran realizar preguntas y mantener conversaciones por periodos largos.
  • A los 5 años: Su lenguaje ya es bastante claro, pueden narrar historias largas, expresar ideas y hacerse entender por personas que no sean familiares.

Mi recomendación siempre es: si tienes dudas, busca orientación temprana. No es necesario esperar a que el niño “ya hable solito” (algo que muchas veces escuchamos). La estimulación adecuada a tiempo puede marcar una gran diferencia.

Estas son algunas señales que podrían servir de pauta para iniciar el proceso terapéutico:

  1. Si a los 2 años no utiliza ninguna palabra.
  2. Si no comprende instrucciones básicas como “ven aquí”, “dame el peluche”
  3. Si no muestra interés en comunicar sus necesidades o interactuar con adultos o niños.
  4. Si su progreso se detiene o incluso retrocede.

Cada pequeño es único y su desarrollo puede variar, pero estar informados nos ayuda a tomar decisiones a tiempo. El lenguaje no solo es hablar, también comprender, expresar y conectar con los demás.